La noche del 21 de octubre quedó en los registros del estallido social luego de que José Miguel Uribe (25) recibiera un impacto de bala en su tórax, que horas más tarde le provocó la muerte. En una primera etapa, los informes de la fiscalía a cargo arrojaban que el joven había sido víctima del actuar de un personal del Ejército, sin embargo, con el avance de las investigaciones se descartó esa posibilidad. Es así como se puso la mirada en otro sospechoso, Francisco Fuenzalida Calvo (60), empresario que está lejos de ser un representante de las Fuerzas de Seguridad Nacional, pero que simpatiza con sus ideales.
Por Pedro Thies Paredes
Francisco José Fuenzalida Calvo (60) conduce por la Ruta 5 Sur su camioneta roja marca Toyota modelo Hilux. Es la noche del 21 de octubre y en pleno toque de queda las primeras manifestaciones del estallido social retumban en todo el país. A la altura del kilómetro 187, lugar donde se encuentra uno de los accesos a Curicó, Fuenzalida Calvo se encuentra con un grupo de personas que cortan el camino en señal de protesta.
Uno de ellos es José Miguel Uribe Antipani (25), trabajador de una construcción ubicada a 10 km de la ciudad. Segundos después, se escucha el sonido de varios impactos de bala- al menos tres o cuatro según relato de testigos- que posteriormente enmudecen la carretera. En un pestañeo, el puñado de personas que se encontraba movilizándose junto a Uribe, acude a socorrer al joven que yacía en el suelo sangrando con un impacto de bala de 9mm en su pecho. Las lesiones causadas fueron tan graves y mortíferas que de haber recibido una asistencia médica oportuna y eficaz, de todas formas no hubiese sobrevivido, así lo consignó el informe perito.
Minutos antes, el hombre había repetido una escena similar, luego de que también efectuara disparos en el sector de Alameda de la ciudad de Curicó. En esa instancia, hirió en su muslo izquierdo a Nicolás Francisco Espinoza (23), Ricardo Andrés Solís Opazo (26) en su brazo izquierdo y a Miguel Andrés Ayala Salinas (26), a quien le produjo un trauma torácico.
El caso rápidamente se masificó a través de redes sociales. Con el transcurso de las horas cada vez se daban a conocer más detalles de un homicidio ocurrido en Curicó, presuntamente perpetrado por un militar del Ejército. Frente a esto, la figura de José Miguel Uribe se transformó en mártir como una de las primeras víctimas del Estado luego del 18 de octubre. Uno de los principales sospechosos del asesinato fue Juan Carlos Jesús Reyes Araneda (26), cabo segundo del Ejército, quien en el lugar de los hechos descendió de un bus que transportaba contingente militar y realizó dos disparos desde un fusil, uno a fogueo y otro con munición de guerra, este último habría impactado a Uribe.
Sin embargo, el 11 de diciembre el caso dio un vuelco en el Juzgado de Garantía de Curicó, dado que Reyes quedó en libertad luego de que el Ministerio Público retirara cargos en su contra. Tras esto aparecería un civil como principal sospechoso: Francisco José Fuenzalida Calvo, a quien se le acusa de homicidio, porte ilegal de arma y daños– hacia un vehículo particular producto de los impactos de bala-.
Una vida ligada a la agricultura
Francisco José Fuenzalida Calvo es hijo de Gastón Fuenzalida Navarrete y María Cristina Calvo Navarrete, y el tercero de seis hermanos. Pese a que nació en Santiago, la mayor parte de su niñez y adolescencia la vivió en Curicó. Según cuentan cercanos, su familia es conocida en el sector ya que durante décadas se han dedicado a la industria agrícola, destacando en la producción de choclos. El empresario tiene vínculos con al menos tres sociedades: Inversiones FFC Limitada; Constructora Fuenzalida Limitada y Transportes Git Limitada. Además, es propietario de Fullmaq, compañía dedicada a la prestación de maquinaria pesada, donde Viña Concha y Toro y Viña Santa Rita se encuentran entre sus clientes destacados, según informa su sitio web.
“Pese a que Francisco proviene de una familia que siempre tuvo buena situación económica, siempre lo encontré humilde y acogedor. Aunque venía con frecuencia a Santiago, se notaba que su vida estaba en el campo. Me acuerdo que en los años 70 conducía una camioneta bien descuidada, a él no le importaba andar bien vestido y esas cosas, sino que con su campo estaba feliz”, recuerda una ex pareja del empresario en su juventud.
Cabe destacar que Óscar (59), uno de los hermanos de Fuenzalida Calvo, es dueño de las cadenas de comida rápida Doggis, Mamut y Juan Maestro, e hizo noticia porque en mayo de 2017 increpó en un avión al senador Guido Girardi a quien le dijo “eres lo más nefasto que le ha pasado a este país. Sale de la política, le vas a hacer un favor a la patria”.
Fuenzalida Calvo también es simpatizante del Círculo de Amigos de Carabineros, organización civil que tiene como objetivo colaborar con el personal uniformado. “Participó de dos reuniones y estuvo muy interesado en ser alguacil (nombre que reciben los miembros), pero no llegó a ningún término positivo porque justo ocurrió el accidente. No figura como personal activo ni siquiera como postulante”, comentó Lorena Cuadra, de la secretaría del Círculo Mayor.
Juicio hermético
Tras el vuelco, desde el Juzgado de Garantía de Curicó optaron por estudiar el caso lo más detallado y hermético posible, dado que no quieren presenciar otro giro inesperado. Es por esto que los fiscales a cargo del caso, Miguel Gajardo y Jaime Rojas, dictaminaron seis meses de prisión preventiva– periodo que durará la investigación- para Francisco Fuenzalida, quien se encuentra en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Parral.
Así también lo confirmó el ex fiscal Carlos Gajardo, quien ahora forma parte del bando querellante. “Evitaré referirme al litigio porque se trata de un caso penal que involucra un delito grave como lo es un homicidio, en este tipo de casos los avances de una investigación tienen que tratarse de forma más privada”, dijo el abogado.
En tanto a la sentencia que arriesga el imputado, David Vásquez, jurista penalista de Lex Juicios, adelantó que, pese a que hay una investigación en curso, “habría que distinguir si la persona actuó en dolo o malicia, pero revisando los antecedentes esto calza con un homicidio calificado que podría tener penas desde los diez años con un día- con opción libertad en la mitad del periodo- hasta cadena perpetua. En el caso del porte ilegal de armas estamos hablando de una sentencia de entre tres años y un día a diez años y un día”.
“En tanto a los daños de bala hacia el vehículo particular, si la fiscalía no encuentra otra arista en el caso, se trataría de un tema civil, y lo más probable es que se sancione con el pago de los daños provocados”, agrega.
Palabras desafortunadas
El miércoles 25 de diciembre se viralizó una entrevista del presidente Sebastián Piñera al medio CNN en español. El diálogo dejó varios tópicos como por ejemplo, los dichos del mandatario donde manifiesta que “muchos de los videos relacionados con derechos humanos, que se han difundido profusamente en los medios de comunicación chilenos y también extranjeros, no corresponden a la realidad. Varios de ellos son falsos, ya que son filmados fuera de Chile, o son tergiversados”.
A su vez, el jefe de Estado también se refirió a la muerte de José Miguel Uribe en Curicó, todo esto luego ser consultado sobre Juan Carlos Reyes, militar que en un inicio era el supuesto autor del homicidio. Sin embargo, sobre el nuevo sospechoso el mandatario entregó una versión muy distinta a la del Ministerio Público, dado que no se refirió a Francisco Fuenzalida sino que atribuyó el delito a una “banda rival”.